REDACTORES:                  Marie Inés Yanira Kevin Irene Auxi Laura Melania Belén Amanda Juan Luis Tibisay Andrea Julián Rubén Pablo Sherlyn Paula

lunes, 23 de septiembre de 2013

El espejo de una sociedad

Te miras al espejo ¿Qué ves? ¿Eres tú o lo que los demás han creado con palabras? Tenemos la mala costumbre de querer ser lo que todo el mundo quiere ver sin pararnos a pensar un momento si de verdad es eso lo que queremos, si de verdad nos importa más nuestra opinión que la de los que nos rodean. Le damos importancia a algo que termina en nada, desaparece cuando necesitamos de verdad algo de una persona. Una cara y cuarpo bonito no te ayuda a levantarte cuando caes ni te hace feliz, sin embargo vivimos rodeados de una sociedad a la que le importa más un físico y te juzga si no eres como el prototipo de persona que creen ideal. Todo sería mejor si solo importara el interior.

Saray Espinosa González 4ºESO

El espejo de una sociedad

Te miras al espejo ¿Qué ves? ¿Eres tú o lo que los demás han creado con palabras? Tenemos la mala costumbre de querer ser lo que todo el mundo quiere ver sin pararnos a pensar un momento si de verdad es eso lo que queremos, si de verdad nos importa más nuestra opinión que la de los que nos rodean. Le damos importancia a algo que termina en nada, desaparece cuando necesitamos de verdad algo de una persona. Una cara y cuarpo bonito no te ayuda a levantarte cuando caes ni te hace feliz, sin embargo vivimos rodeados de una sociedad a la que le importa más un físico y te juzga si no eres como el prototipo de persona que creen ideal. Todo sería mejor si solo importara el interior.

Saray Espinosa González 4ºESO

jueves, 13 de junio de 2013

Todos aprendemos



¿Qué es el Aula Enclave?



CARLA RODRÍGUEZ/O´BRIAN GONZÁLEZ (4º ESO).

En nuestro instituto se encuentra un aula específica para todos aquellos alumnos que padezcan de alguna discapacidad. Los alumnos de 4º de la ESO hemos realizado varias entrevistas a los profesores que dirigen el Aula Enclave para dar a conocer la función que conlleva esta aula. En el instituto hay cinco compañeros que comparten dicha aula, ellos están comprendidos entre los quince y dieciocho años de edad. Cada uno de ellos posee una discapacidad, como puede ser el autismo, trastornos de conducta y discapacidad intelectual. Los profesores de estos compañeros nos han explicado que ellos deben tener necesidades educativas especiales, como son: la atención, memoria razonamiento matemático, comprensión oral y escrita, autonomía personal, organización y planificación del trabajo y habilidad social. Estos son los factores fundamentales que los profesores del Aula Enclave deben enseñar a sus alumnos. En realidad, el objetivo de esta aula es hacer que todas las personas con discapacidad puedan desenvolverse en el mundo social. Por ello estos chicos tienen un programa de integración que se basa en asistir a algunas clases como son a educación física, música, tecnología,… Suelen ir a la piscina de San Benito una vez en semana y también realizan excursiones con el fin de que se relacionen con las demás personas de su entorno, trabajan el huerto, participan en casi todas las actividades de nuestro instituto e incluso pertenecen a un equipo de baloncesto, donde suelen jugar partidos en la hora del recreo con otros compañeros.
El Aula enclave del IES La Victoria.
Hace un par de años, estos compañeros solían estar siempre encerrados en su aula y muy pocas veces los veíamos, incluso había gente que no sabían ni que estaban allí. Ahora, debido al programa de integración sus profesores los dejan solos para que se relacionen con los demás compañeros del instituto. Esto ha hecho que ellos sean menos tímidos a la hora de hablar con alguien y que se sientan más cómodos. Normalmente suelen estar siempre juntos y esto les ayuda para que se independicen y sean más autónomos. En nuestro instituto tenemos una buena relación con ellos, hasta muchos de nosotros cuando los vemos los saludamos hablamos con ellos y mantenemos una conversación amistosa y ellos se sienten muy contentos al saber que no los rechazan, y esto en nuestro instituto no ha ocurrido por ahora, incluso cuando ellos fallan o se equivocan nosotros los animamos a que sigan hacia a delante. En fin, esto quiere decir que aunque tengan alguna discapacidad no significa que sean especiales ni distintos a nosotros sino que son personas iguales que todos nosotros que quieren divertirse, aprender y disfrutar de la vida como todas las personas.

Todos aprendemos



¿Qué es el Aula Enclave?



CARLA RODRÍGUEZ/O´BRIAN GONZÁLEZ (4º ESO).

En nuestro instituto se encuentra un aula específica para todos aquellos alumnos que padezcan de alguna discapacidad. Los alumnos de 4º de la ESO hemos realizado varias entrevistas a los profesores que dirigen el Aula Enclave para dar a conocer la función que conlleva esta aula. En el instituto hay cinco compañeros que comparten dicha aula, ellos están comprendidos entre los quince y dieciocho años de edad. Cada uno de ellos posee una discapacidad, como puede ser el autismo, trastornos de conducta y discapacidad intelectual. Los profesores de estos compañeros nos han explicado que ellos deben tener necesidades educativas especiales, como son: la atención, memoria razonamiento matemático, comprensión oral y escrita, autonomía personal, organización y planificación del trabajo y habilidad social. Estos son los factores fundamentales que los profesores del Aula Enclave deben enseñar a sus alumnos. En realidad, el objetivo de esta aula es hacer que todas las personas con discapacidad puedan desenvolverse en el mundo social. Por ello estos chicos tienen un programa de integración que se basa en asistir a algunas clases como son a educación física, música, tecnología,… Suelen ir a la piscina de San Benito una vez en semana y también realizan excursiones con el fin de que se relacionen con las demás personas de su entorno, trabajan el huerto, participan en casi todas las actividades de nuestro instituto e incluso pertenecen a un equipo de baloncesto, donde suelen jugar partidos en la hora del recreo con otros compañeros.
El Aula enclave del IES La Victoria.
Hace un par de años, estos compañeros solían estar siempre encerrados en su aula y muy pocas veces los veíamos, incluso había gente que no sabían ni que estaban allí. Ahora, debido al programa de integración sus profesores los dejan solos para que se relacionen con los demás compañeros del instituto. Esto ha hecho que ellos sean menos tímidos a la hora de hablar con alguien y que se sientan más cómodos. Normalmente suelen estar siempre juntos y esto les ayuda para que se independicen y sean más autónomos. En nuestro instituto tenemos una buena relación con ellos, hasta muchos de nosotros cuando los vemos los saludamos hablamos con ellos y mantenemos una conversación amistosa y ellos se sienten muy contentos al saber que no los rechazan, y esto en nuestro instituto no ha ocurrido por ahora, incluso cuando ellos fallan o se equivocan nosotros los animamos a que sigan hacia a delante. En fin, esto quiere decir que aunque tengan alguna discapacidad no significa que sean especiales ni distintos a nosotros sino que son personas iguales que todos nosotros que quieren divertirse, aprender y disfrutar de la vida como todas las personas.

martes, 11 de junio de 2013

Puedo escribir los versos más tristes...

Nos emocionó a todos escuchar en clase de Lengua, en la dulce voz de Alba Correa (4º ESO), uno de los poemas más bonitos y sentidos de Pablo Neruda.






Puedo escribir los versos más tristes...

Nos emocionó a todos escuchar en clase de Lengua, en la dulce voz de Alba Correa (4º ESO), uno de los poemas más bonitos y sentidos de Pablo Neruda.






Mi metamorfosis

Mi metamorfosis

-Recuerdo aquella mañana tan peculiar, en la que yo era de una forma muy diferente. Todo comenzó una noche como otra cualquiera…
“Agotada me dirigía por fin a casa, era consciente de que había sido un día duro y que lo mejor sería descansar. Cuando emprendía camino me topé con un viejo amigo. Después de mantener la típica e incómoda conversación entre dos personas que no han sabido nada el uno del otro en años, me dispongo a marcharme con la frase: “bueno, debería irme ya a casa.” Para mi sorpresa, él me ofrece ir a tomar unas copas con algunos de sus amigos. Miro el reloj, miro a mi compañero, miro nuevamente el reloj y acepto la oferta, total, me merezco pasarlo bien.”
“Después de un duro esfuerzo consigo abrir los ojos. Que agotada me sentía, me pesaba todo el cuerpo. Sin saber cómo ni por qué habían pasado las horas volando. Intenté levantarme, pero mi sacrificio fue en vano. Me preguntaba qué habría pasado aquella noche, no conseguía recordar nada, mi mente estaba nublada. Minutos más tarde conseguí levantarme, y en ese preciso instante fue cuando me pude percatar de que no me hallaba en mi cuarto. Corrí hacia la puerta más cercana a la cama, era un baño. Me miré al espejo. Esta no era yo, todo en mí era diferente, pensaba de una forma diferente, pero raramente mi rostro me sonaba conocido. Un escalofrío recorrió cada centímetro de mi cuerpo. Estaba en un lugar mugriento, las habitaciones desprendían un terrible sentimiento de impureza, era atroz. Pero aquello no era lo que más me preocupaba, lo que perturbaba mi mente era el hecho de que todo era diferente, e incluso yo. Me asusté. Ilusa me volví a recostar en aquella cama, con el pensamiento de que si volvía dormir al despertar volvería a ser yo. El miedo se estaba apoderando de mí. Después de ser consciente de que aquella idea no tenía demasiado sentido, decidí recorrer la casa. Eso cada vez me gustaba menos, pero con el paso de los días fui capaz de asimilar que iba a tener que vivir con esto. Más tarde mi mente empezó a mostrarme algunas cosas con claridad, aquella nube de dudas empezaba a desaparecer. Lo comprendí. Comprendí que por fin sabía quién era. ¿Acaso no era obvio? Era tú. Diez años después, cuando ya por fin conseguí asimilar lo que me había sucedido, apareces tú. O sea yo. Tú con mi cuerpo, con mi vida. ¿Qué hiciste? No, mejor dicho: ¿Qué hice yo para merecer esto? Por favor, necesito una maldita respuesta.”

Él se levantó de una de las butacas de aquella cafetería, y sin respuesta alguna, se marchó.
(Alexandra, 4º ESO)